martes, 13 de diciembre de 2011

«Dadles vosotros de comer»

La Pastoral Penitenciaria, en colaboración con la Parroquia de San Ignacio de Loyola, de Campanar, han celebrado sendos conciertos para allegar fondos para el peculio de los internos del Centro Penitenciario de Valencia que viene atendiendo.
 
No pude asistir al primero, que dio el 3 de Diciembre el Coro Sant Yago, pero me llegaron noticias de que fue un éxito. Al ofrecido el 9 de Diciembre por el coro Lex et Gaudium sí que tuve la fortuna de poder asistir.
Cuando fui a pagar mi entrada me encontré con la agradable sorpresa de que la encargada de cobrarla era Gema. Ya empecé a explicarme porqué actuaba allí el coro del Colegio de Abogados de Valencia, porque Gema funge como secretaria del Decano del citado Colegio. Me alegré al comprobar que es una de esas seglares comprometidas que siempre hay en todas las parroquias. Recordé un año en que no me llegó la comunicación de la Novena a la Inmaculada, que inveteradamente celebran los abogados valencianos en El Patriarca, acudí al Colegio a quejarme, y gracias a su diligencia, le llegó la información a todos los colegiados.
Del concierto diré que se me hizo corto. Quedé gratamente sorprendido por la dulzura de las cuerdas altas. Por su dinámica, por la hondura y profundidad de los bajos... por lo bien conjuntados que iban. El director,-que ha conseguido poner en solfa a treinta y algún abogados- Gonzalo Luque Turo, fue introduciendo cada una de las piezas, con una breve explicación. Acompañó al armonio Carlos H. Paterson -señero en la interpretación de J.S. Bach en la cantata 147- y la soprano Mercedes Martínez Borondo, protagonizó un simpático incidente cuando le tocó cantar “Payapang daigding”. Empezó a hacerlo y al momento dijo: “No puedo”, y se paró. Gonzalo, el director, nos explicó que estaba todo el concierto empleándose en las tesituras altas, y ahora se le pedía un esfuerzo por abajo a su voz. El público respondió con una calurosa ovación, mientras le llevaron una botellita de agua, y no hubo ya más problema. Cantó muy bien. Algún villancico fue participado por el público, que, al final, forzó una propina con sus aplausos. Este coro tiene un nivel extraordinario.
En el intermedio el P. Mariano subió al ambón a dar las gracias a los asistentes, y a concienciarles un poco respecto de la cárcel. En conjunto han asistido a estos conciertos unas seiscientas personas. Es un número ciertamente elevado -Sobre todo teniendo en cuenta que no he visto por allí a más voluntarios que a las salesianas- La recaudación ha rondado los tres mil euros.
Francamente, es para felicitar efusivamente a los organizadores. La causa es noble, el medio empleado ha estado precioso, y el resultado ha sido gratificante. Enhorabuena.
 
Mariano Jiménez
Abogado – voluntario
 
PD: a día de hoy son 3.180 € el dinero que se ha recaudado con esta gran iniciativa conjunta de la Parroquia de San Ignacio, los dos coros que han participado y la Pastoral Penitenciaria. El párroco de San Ignacio ‘amenaza’ con repetir la experiencia.

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