miércoles, 23 de marzo de 2011

¡Bienvenid@s!

A tod@s los que visitéis este espacio de información, de reflexión, de compartir, os damos la BIEN-venida. Eso esperamos, que el 'venir' a este lugar sea para BIEN; para bien de todas las personas que sufren en sus vidas la Pasión de Cristo: los presos, sus familias, las víctimas, los enfermos mentales, los extranjeros... 

El Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria abre este blog para ayudar a la comunicación entre todos los voluntarios y capellanes que formamos esta Pastoral de Justicia y Libertad de la Diócesis de Valencia. Rondamos las 140 personas. Es también ventana para dar a conocer esta acción de Iglesia a la diócesis y sociedad en la que vivimos. Hay muchos mitos sobre la prisión, sobre las personas que viven allá, los trabajadores, que intentaremos desmitificar.

Quiere ser un espacio para levantar 'la voz de los sin voz'. No todo son noticias malas; no todo es reincidencia, delitos, malos tragos... Existe la posibilidad del cambio, la mediación, el perdón, la justicia que restaura a las personas haciéndolas más valientes, maduras, respetuosas.

Que sirva para la prevención: hoy día, tal como tenemos el sistema penal, y tal como se gobierna a base de prohibiciones, todo ciudadano es un preso en potencia. Se acabaron las clases sociales marginales, los barrios típicos donde salían los presos comunes... Cualquiera puede tener un mal día, un mal momento y ahí te juegas tu futuro. El perfil del preso va cambiando y debemos estar prevenidos, alertados, concienciados.

Por último, pretendemos con este espacio internáutico abrir las puertas de nuestra Iglesia diocesana y de la misma sociedad civil a las personas que pasaron por la cárcel (tenemos la prisión más grande de España, un C.I.S. y varias unidades dependientes del mismo), por un centro de internamiento menores (son 4 centros en nuestra diócesis), por un centro de internamiento de extranjeros (tenemos uno en precarias condiciones), por un calabozo de comisaría (demasiados espacios de dolor, de impotencia, de ansiedad)... Estas experiencias marcan a la persona y dejan huella. Que encuentren en nosotros una palabra de esperanza, de consuelo, de aliento, de acogida (reinserción).

Que nos ayude en estos propósitos Cristo Redentor, el mismo que en sus carnes vivió y experimentó lo que hoy día muchos hombres y mujeres experimentan en estos ámbitos de privación de libertad. Y que no nos falte el amparo de nuestra Madre de Merced, protectora de cautivos y redentores del siglo XXI.

Fray Javier Palomares, mercedario
Director del SEPVAL

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