domingo, 19 de febrero de 2012

NOS SOLIDARIZAMOS CON NUESTROS HERMANOS PRESOS

A continuación transcribimos el comunicado que la Diócesis de Comayagua emitió a raíz de la tragedia en el penal de Comayagua donde murieron más de 350 reclusos. Nos unimos a su dolor, rezamos por sus almas, pedimos que se destapen tantas injusticias y situaciones inhumanas que van más allá de la privación de libertad.


DIOCESI$ DE COMAYAGUA
Obispado de Comayagua, frente al lateral derecho de la Catedral
Tel. : 772-01 69, F ax: 7724138, E-mail : camilleri@mayanet.hn
Apartado N0.41, Código Postal 12101, Gomayagua, Honduras, C.A,

Comunicado

La Diócesis de Comayagua, se dirige en estos momentos de consternación local y nacional, a los familiares profundamente angustiados de las personas privadas de libertad que perecieron en el Centro Penal de Comayagua, a los heridos y afectados durante el fatal incendio que se inició a las 10.50 pm de ayer, martes 14 de febrero. También nos dirigimos al pueblo hondureño en general.

Primero: Lamentamos profundamente lo ocurrido durante la peor tragedia en la historia de los centros penales de nuestro país y nos solidarizamos grandemente con los familiares y afectados por el siniestro que acabó con la vida de un número elevado de presos en la penal de Comayagua, que según datos iniciales suman 356 personas fallecidas, de una población penal de 852.

Segundo: lnvitamos a nuestros hermanos y hermanas a unirse con nosotros en un esfuerzo común para aliviar a corto y mediano plazo las necesidades más urgentes de los sobrevivientes del siniestro y de las familias afectadas.

Tercero: Lamentamos que sea éste el tercer siniestro que se da en el término de una década en los centros penales en Honduras, con el agravante que la granja penal de esta ciudad de Comayagua era considerada como la cárcel con mayor nivel de seguridad humana a nivel nacional.

Cuarto: Consideramos lamentable las condiciones inhumanas de hacinamiento e inseguridad en las que vive la población penal de nuestro país. Específicamente en el Centro Penal de Comayagua, construida para albergar 250 personas, la población penal ascendía a 852 privados de libertad.

Quinto: Pedimos a las fuerzas vivas de la sociedad hondureña que, unidos, exijamos a nuestras autoridades mejorar las condiciones de reclusión y las medidas de seguridad humana en los centros penales, para salvaguardar la integridad y la dignidad de los privados de libertad, y para que no se repita otra vez tan lamentable tragedia que hoy enluta a tantas familias hondureñas y nos entristece a todos.

Sexto: Pedimos a la comunidad cristiana elevar oraciones al Dios de la vida, para que acoja en sus manos bondadosas e introduzca en su gloria a nuestros hermanos fallecidos, y fortalezca a los familiares con la certeza de que no están solos, que Dios vela por ellos y les acompaña en estos momentos difíciles. Que Dios sane pronto a los heridos durante el siniestro y que nuestras autoridades civiles actúen con decisión y prontitud en la mejora de las condiciones de nuestras cárceles y del sistema judicial en general.

+ Monseñor Roberto Camilleri, OFM
Obispo de Comayagua y el Presbiterio de la Diócesis

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