viernes, 3 de junio de 2011

HABLEMOS






Desde la Pastoral Penitenciaria...
Sí, hablemos de lo positivo que resulta relacionarnos con las personas cuando la alegría de un pequeño detalle o una acción poco importante en general, puede ser de una gran trascendencia y una fuerte vivencia para otros. En este caso la vivencia fuerte ha sido para muchos, tanto internos/as como para voluntarios/as en la “Salida Terapéutica” realizada el pasado miércoles 25 de Mayo.

Después de esperar algún tiempo de organización y demás cosas que conlleva una salida pudimos disfrutar de ella. ¿Dónde? XÀTIVA ha sido en este caso el lugar elegido para su realización y… ha sido magnífico.

Catorce jóvenes de enfermería, un ATS, unos cuantos voluntarios/as así como Capellanes, puntualmente estábamos en el Centro Penitenciario para iniciar la tan esperada salida.

Realizados los correspondientes requisitos subimos a los coches y nos dirigimos a Benifaió. Un día brillante nos iba a acompañar. Se sacan los billetes y justito, justito llega el tren. Caras brillantes, disfrutando de la belleza de los campos verdes de la Ribera y balanceados por el suave traqueteo del tren llegamos a Xàtiva.

¿Es posible? Ciudad abierta, bella avenida -La Alameda-. Caminamos entre el sombraje sin pararnos a pesar de los llamativos y elegantes escaparates que reclamaban la atención sobre todo de las chicas.

Casi al final de la alameda cerca de Información y Turismo hacemos la primera parada para compartir almuerzo ¡qué bien sabe¡ Tranquilamente sin prisas ni agobios nos dirigimos hacia una cafetería y entre risas y bromas se quiere discurrir cómo va a ser lo siguiente.

Después de solucionadas algunas necesidades continuamos y llegamos a la Plaza e Iglesia de San Pedro. Una sencilla oración de alabanza, de petición y de acción de gracias preparada por Sor Consuelo nos termina de poner a tono. Saludo de acogida y bienvenida de D. José, párroco de la misma Iglesia. Explicación detallada de la historia y el arte del Templo y para terminar nos invitó a pasar a un patio-jardín donde había una mesa preparada para picar y para beber algo fresco ya que el calor iba apretando. Se agradece.

Un pequeño recorrido por calles y plazoletas con fuentes de agua fresca de la zona antigua de la ciudad nos lleva hasta La Seo. Los PP. Mariano y Javier nos van explicando las diferentes zonas de la misma. La mañana ha ido avanzando y caminamos por calles cargadas de historia hasta unos jardines en los que hacemos una pequeña parada realizando juegos y cantos en los que todos participan. El ingenio y rapidez para adivinar cantos y entonarlos, la tranquilidad y alegría que refleja cada uno de los rostros es el mejor premio.

Se va haciendo la hora de comer y nos dirigimos al centro cultural musical donde se sirve una estupenda comida (un arròs al forn propi de Xàtiva que està per a menjar-se´l) como así fue, seguido de otro segundo y un buen helado de postre completó la comida distendida y fraternal; también un buen café o una infusión a gusto del consumidor nos terminan de poner a tono para seguir el día.

Sobremesa de juegos, cantos, adivinanzas y otros, hacen que las bromas y risas broten espontáneas, se contagien como bálsamo sanador.

Salimos de nuevo en marcha hacia la alameda. Nos queda la subida y toma del Castillo, hace calor, un interrogante ¿cómo iremos hasta allá? Llegamos de nuevo a la zona de Información y Turismo y… ¡SORPRESA!, un trenecillo nos llevará hasta las inmediaciones de las altas murallas que encierran dicho castillo. La hora y media o algo más que duró dicha visita fue bien aprovechada. Caminamos de tramo en tramo visitando los diferentes torreones, leyendo los escritos que van explicando la historia allí desarrollada y vivida, pequeñas capillas dedicadas a San Jorge y a Santa María (En esta se hallan los restos del Conde de Urgel) que entre otros nobles estuvo prisionero en una oscura mazmorra que visitaríamos más tarde. Subidas escarpadas y empinadas, descansos para reemprender la marcha y aprovechados para juegos, cantos, adivinanzas, poesía. Seguimos ascendiendo y por fin llegamos hasta el torreón más alto.

Ya subiendo disfrutamos de la belleza del paisaje pero desde lo alto nos sorprende la vista de las tierras trabajadas por los labradores, la ciudad con los vericuetos de las calles antiguas, la expansión de la misma con zonas más amplias y avenidas, y por la parte de atrás de la montaña como otra ciudad formada por casitas de campo, chaletitos entre pinadas y arboledas frescas y olorosas. El tiempo como medido nos permite regresar con piernas más ligeras (el cielo esplendoroso, el aire perfumado de pinos y romero nos hace sentirnos alegres, contentos; se canta, nos refrescamos en el agua de una fuente y llegamos hasta el rellano donde nos espera el trenecillo bien original que nos volverá a bajar a la ciudad y como detalle nos acercará hasta la estación de ferrocarril.

En ella nos refrescamos con agua fresca y deliciosa y esperamos la llegada del tren que nos llevaría de nuevo a Benifaió.

- Estamos de vuelta -dice alguien-, no lo pensaremos hasta llegar al sitio, final del viaje. Disfrutaremos hasta el último momento porque hoy es un día formidable dicen otros y realmente así lo ha sido.

Al llegar al recinto de patios exteriores un pequeño parón, podemos hacerlo, todo el día se ha sido superpuntual, ahora también. Podemos utilizar unos minutos para expresar la experiencia vivida. Varios voluntarios e internos expresan sus sentimientos. De alegría, gratitud, por el buen comportamiento y actitud positiva en todos y cada uno de los momentos de este día de convivencia. Un chico decía: «Gracias porque me habéis tratado como a una persona».

¡Ojala pronto se repita para nosotros (dicen) y/o para otros/as, que puedan disfrutar lo que hemos disfrutado! ¡Gracias a la Pastoral Penitenciaria! Gracias a los voluntarios/as y a todos los que han hecho posible este día.

Gracias. HABLAMOS, HABLEMOS SIEMPRE DE ESTOS BUENOS MOMENTOS QUE SE HAN PODIDO VIVIR. Gracias de nuevo. También a los que dedicaréis unos minutos para leer esto.

Sor Consuelo, Hija de la Caridad, voluntaria

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