martes, 21 de agosto de 2012

Personas sin libertad

Hombres justos pocos hay, personas justas alguna habrá, Joaquín Montes sin duda lo fue, su conducta ejemplar, un cuento que contar, una historia que narrar, su vida habrá que relatar y al lector embriagará.
En el seno de una familia humilde nació Joaquín, en su Ontinyent natal creció y algún tiempo vivió y cuando sacerdote se ordenó a Valencia llegó y en la cárcel de Picassent se quedó.
Con su gran y humilde corazón a los presos conoció, su familia ellos, sus plegarias para ellos, su fuerza espiritual con ellos. Cuando hablaba de los presos de Picassent nunca se refirió a ellos como delincuentes, asesinos, drogadictos u otros adjetivos, sólo eran los presos, sus presos, a los que tenía que cuidar y acompañar.
Cada día y durante más de 40 años ha conocido la realidad del sistema penitenciario desde un punto de vista más humano, más cercano, más empático. Los presos para él “personas sin libertad, equivocadas en sus caminos, sin suerte en sus destinos”, la mayoría pobres, sin recursos, pagando sus penas entre rejas a veces justas y en ocasiones tal vez injustas.
Su casa llena de cuadros de los presos, dibujos de los presos, escritos de los presos, poemas de los presos, fotos con los presos, todo vivencias con ellos, sus amigos, sus compañeros, sus confidentes y él su consejero y ahora desde el cielo velará por ellos.
Joaquín pura riqueza humana, calidad en su alma blanca, tus enseñanzas nos dejas y con mucha pena de nosotros te alejas, pero seguro que donde estés no habrá presos ni rejas, sólo amigos y estrellas y riendo con tu querida hermana Lola debes estar ahora.  
Tu voz echaremos de menos, tu mano ya no estrecharemos, tu abrazo lo añoraremos, pero tu sonrisa en nuestro corazón con llave muchos la guardaremos.
Hasta pronto amigo Ximo.


María Elena Martínez,
amiga del P. Ximo  

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