martes, 9 de agosto de 2011

CAMPAMENTO LIBERTAD 2011


El Centro Penitenciario de Valencia y la Parroquia de Sant Pere de Benifaió acogieron el Campamento Libertad 2011 que la Pastoral Penitenciaria, en colaboración con Obra Mercedaria, organizó

Cerca de 40 presos jóvenes (de 18 a 21 años) junto a 15 jóvenes externos han compartido 14 intensos días en parte de las instalaciones de la Unidad de Preventivos del Centro Penitenciario de Valencia. Desde la 9 h. de la mañana hasta las 19'30 h. de la tarde permanecíamos en el interior de la prisión, teniendo un breve descanso, justo después de comer con los participantes del campamento en el propio comedor del módulo.

El campamento, que seguía como hilo conductor el libro Juan Salvador Gaviota, ha incluido cuatro talleres: de deporte, creatividad, arte y habilidades sociales. Además se han preparado 'días especiales' de juegos, olimpiadas terrestres y acuáticas, ginkanas, taller práctico con la Nova Muixeranga d'Algemesí...

La iniciativa se dirigió a jóvenes universitarios de entre 18 y 25 años que contaran con ilusión y que tuvieran ganas de reflexionar y profundizar en su vida personal y conocer la realidad de aquellas personas que sufren por la privación de libertad. Y, en la medida de las posibilidades, ayudarles. Los externos comenzaban con el desayuno en Benifaió, limpieza del local y unos 'Minutos con Dios' para, cargadas las pilas, dirigirse al Centro Penitenciario.

Al término de las actividades en la prisión los jóvenes externos se trasladaban a la casa de la abadía de la Parroquia de Sant Pere apòstol de Benifaió, donde se alojaban. Allí el párroco D. Félix Duart y su vicario, D. Fran, dieron alojamiento y la infraestructura necesaria para desayunar, cenar y ducharse. En las horas de Benifaió se compartían las experiencias vividas durante el día y tuvieron momentos de ocio, diversión y formación.

Un grupo extraordinario de voluntarios de esta localidad preparaban cada noche la cena a los participantes del campamento y otros voluntarios de Pastoral que se añadían a la mesa. También colaboró con una cena la comunidad al pleno de Salesianas de la C/Sollana. Gracias a todos: Paco y Pepita, Conchín y Pepe, Mª Carmen y Gracia, Asunción, Encarna y Eduardo y al que nos regalaba un pan enorme de tanto en tanto. También el ayuntamiento de Benifaió nos facilitó un baño y una ducha. Su alcaldesa, la Sra. Amparo Arcís, pasó alguna noche con nosotros. También le agradecemos sus gestiones y colaboración. 


Los frutos
Lo cierto es que ha sido una gran experiencia. Por una parte dentro de prisión se ha vivido un clima de respeto, orden, entusiasmo, ganas por parte de los internos, emoción por parte de los externos. Los participantes entraron desde el primer momento en la dinámica del campamento y aprovecharon al máximo cada segundo, cada dinámica, cada reflexión... Se consiguió cohesionar a un grupo heterogéneo, con diferentes lenguas, culturas, credos. A los presos les ha ayudado a conocerse mejor a sí mismos y a los compañeros, ya que aunque conviven juntos, hay muchos recelos a mostrarse tal como son. Y en el campamento lo hicieron demostrando lo mucho de bueno que llevan dentro.

Y por otra parte vivimos una acogida 'inesperada' por la magnitud y por el clima de fraternidad que se generó en la abadía de Benifaió gracias a unos voluntarios que han puesto el listón muy alto y unos sacerdotes que viven con coherencia su misión como sacerdotes. Desde el primer día en que nos pusimos en contacto con el párroco, D. Félix Duart, hemos escuchado: El que necessiteu, el que necessiteu! Estem a la vostra disposició! Y así ha sido: incluso compartieron con nosotros varias cenas.

La impresión que nos queda es de que las cosas se han hecho bien. Eso es, que se han hecho con el corazón, que han sido puestas en manos del Redentor y que ha fluido constante su amor. Objetivo cumplido.











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